Durante toda la noche subió el ejército desde Guilgal
para llegar hasta el mismo campo de la matanza.
Los muertos yacían en la tierra como la trama y la urdimbre
Quiero morir en mi cama.
Sus ojos eran pequeños como en un tanque las ventanillas,
yo siempre pocos y ellos muchos.
Debo responder. Ellos pueden interrogarme.
Pero quiero morir en mi cama.
Deténte, sol, en Gabaón ~ Está dispuesto a pararse eternamente
para iluminar a los que preparan batallas y asesinatos,
quizá no vea cuando maten a mi mujer,
pero quiero morir en mi cama.
La fuerza de Sansón estaba en su pelo largo y negro,
el mío lo raparon cuando me hicieron héroe
por obligación y me enseñaron a tensar el arco.
Quiero morir en mi cama.
Vi que se puede vivir y acomodarse,
y amueblar incluso las fauces de un león, si no hay otro sitio.
Ya no me importa morir en soledad,
pero quiero morir en mi cama
DEL LIBRO: POEMAS 1948-1962