En el lugar donde somos reales,
no brotarán nunca
flores en primavera.
El lugar donde somos reales
está pisoteado y es duro u
como un patio.
Pero dudas y amores hacen u
que el mundo sea blando,
como los topos, como cuando se labra. u
Y un susurro se oirá en el lugar
donde estaba la casa
que fue demolida.
DEL LIBRO: POEMAS 1948-1962