Cuando una pared se pinta de blanco
Queda bien blanca
Con los días avanza el primer brillo
Una segunda naturaleza y una rara luz encendida
Cuando una pared se deja blanca
Por cierto tiempo
Pasa a ser una pared con espíritus que hay que volver a blanquear
Cuando uno olvida de pintar definitivamente una pared con los años
Es una pared donde queda todo: besos secos, gritos impregnados, la humedad de los días Espejos rotos, una muñeca, una respiración, un humo que todavía circula casi solo
Las fatigas con fantasmas y con miedos.
La pared así es un tiempo oscuro, casi blanco, indescifrable
Es una pared real
Como el amor real de lo perdido, con infinitos besos adheridos por el mundo.