Reseña de Libros

Deshabitaciones

De: Luis López

Año: 2020

Editorial: Marciano Ediciones

Páginas: 55

Hoy es sábado /

Hoy es un lugar común.

 LAS HABITACIONES DE LUIS LÓPEZ

Poesía desde el encierro y el estupor urbano.

 Deshabitaciones es el nombre de este poemario de Luis López, si bien como afirma la solapa, este sería su “primer” libro oficial, reconocemos en él al inquieto poeta que conociéramos en los espacios de la Sociedad de Escritores de Chile por aquellos lejanos años 80, años en los cuales Luis López ya escribía poesía y deambulaba por los laberintos de la ciudad acosada. De aquellos tiempos hasta hoy mucha agua ha pasado bajo los puentes de la poesía y como dice el mismo autor: “Heráclito dejo corriendo el agua del río”. Esta especie de ajuste de cuentas con un pasado, con un autor que recuerda al decir de Miguel Moreno Duhamel al comienzo del libro: “…alguien que ya no existe, que fluyó y fue mutando…” Un poeta que abre y cierra puertas, se interna por las calles de la ciudad, flirtea con los semáforos, sobrevuela cárceles y moteles cual ave nocturna de vista privilegiada.

Las habitaciones son siempre parte de algo mayor, son parte de la casa, del hogar. Gastón Bachelard nos recuerda en su libro “La poética del espacio” que la casa es “nuestro rincón en el mundo. Es -se ha dicho con frecuencia- nuestro primer universo”. Ahora bien, ¿cuál es el hogar del poeta desde el cual se “deshabita”?, ciertamente no es un lugar físico, en los textos casi no aparecen ventanas, encielados, paredes, muy pocas puertas…podríamos decir entonces que su gran habitación desde la cual ya no está o está saliendo es la ciudad, su mundo.

El poeta entonces se deshabita de sí mismo en la ciudad, la “vilipendiada ciudad” con sus límites y amores. No habla de una Ítaca o de un poético lar al cual volver y añorar, es en cambio un poeta nómada, un ser con una mochila de palabras a cuestas vagando por las avenidas. Así como el espantapájaros que decide “no volver a su cruz de madera”, el poeta no vuelve a su habitación.

Poesía de lo cotidiano ciertamente, pero con una profunda mirada hacia eso insondable que es la esencia de las cosas y de la persona misma: “ni siquiera el carbono catorce podrá reconocer/este fósil que se olvidó de sí mismo“, este breve poema casi un haikú, de bella simpleza y de filosa efectividad  nos anuncia que esta poesía no tiene concesiones ni artilugios vanos. Un acierto también es el poema co habitación, poema que es un diálogo entre dos páginas del libro , diálogo entre dos hablantes, ¿qué queda de este dialogo al cerrar el libro, una habitación a oscuras?

El libro de López es minimalista en su presentación, una portada en blanco y negro que nos muestra una especie de cuarto con trazos quebrados y manchas grises, algo de eso espera al lector que se interne por sus páginas, sin embargo es solo el comienzo de un viaje apasionante y cada viajero -el lector lo es aunque no se mueva de su silla-, supone una nueva experiencia, un aprendizaje que todo viaje aporta.

El libro concluye con un sugerente “cierre de transmisiones” en el cual cansados televisores vigilantes y omnipresentes, cubren esas insomnes “noches lobeznas” en donde los “televisores se cansan, pero persisten y despiertan”.

Bienvenida entonces esta persistencia por cultivar el verso, por parte de un poeta que todavía tiene mucho que decir.

Julio 2021

Acerca del autor:

Samuel Leal es co editor de Nube Cónica.