(Ta lendab mesipuu poole)
Revolotea de flor en flor
y vuela hacia la colmena;
mientras se yerguen nubes de tormenta,
vuela hacia la colmena.
Son miles las que caen en el camino
y miles las que alcanzan su destino.
Llevan consigo el cuidado y la pena
y vuelan hacia la colmena.
Así, alma mía, en horas tan severas,
cómo ansias la patria;
ya sea aquí o en tierras extranjeras:
¡cómo ansias la patria!
Y aunque desde ella sople un viento letal
aunque te amenace una bala fatal,
olvidas la muerte y las amarguras
y en pos de la patria te apresuras.
(Trad. de Albert Lázaro-Tinaut)