(Sügise)
Tierra yerma y campo solo,
nubes, cielo gris.
Paseando alcanzo el bosque,
y la vereda.
Del pinar de terciopelo,
sola una senda:
abeto verdemar,
dorado abedul.
Abeto verdemar,
¡dorado abedul!
Los brezos se rinden
al otoñal abrazo.
(Trad. Ángela Artero Navarro)