Las puertas nos roban secretos.
Las estatuas nos miran con una observación milenaria.
Los cuadros retienen imágenes
de los lugares donde paso los días.
Estas telas recubren la aridez de los ladrillos,
almohadas cilíndricas y cabeceras blancas,
flores bordadas en relieve
– geometría imposible
de visiones que se suceden.
Las casas posan sobre la montaña,
a la orilla de un camino
de curvas repetidas.
Un jarro se apoya en la pared
– una ventana a la derecha,
una puerta a la izquierda.
Torres por sobre los techos
persisten en un largo murmullo
sin aristas.
(Odysseus & O livro de Pandora, 2012)