Me llega desde lejos tu rugido profundo
serena majestad / Pacífico
tus olas espumosas cadenciosas
fertilizan la arena como locas semillas
regalan caracoles y algas a la orilla.
Viajero sempiterno
constante interminable en tus profundidades
testigo de navegantes y emigrantes
vestido de gris cuando la bruma te abruma
de azul intenso cuando el sol se entrega.
Tus aguas saladas son reinas del planeta
dan vida a millones de especies marineras
a mundos de belleza inconcebible
besas las orillas de miles de pueblos y culturas.
Espejo luminoso
reflejas a los cielos sin temor alguno
te inundas de amor cuando te besa la luna
y gimes de dolor cuando ella se oculta.
Tu aroma salitroso yo respiro
al caminar silenciosa por tu orilla
tus frías aguas en mis pies descalzos
me acarician / me dan cosquillas.
Mi mirada disminuye tu bramido / te relajas
te retiras sereno, cortés y delicado
al verme como loca enamorada.
Al darte la espalda / regresas atrevido y caprichoso
a ganar altivo tu espacio / muy despacio.
Varias noches dormí acurrucada con tu canto
tus caricias salinas en mi frente
tu melodía cadenciosa en mis costillas
el eco de tu voz mojada en mis sueños. ¡Ay, Pacífico, quién iba a creer que yo te amara!