Cuentan cuentos concéntricos
cantan canciones cadenciosas
cabalgan curiosos colibríes,
corazones caprichosos, consistentes.
Calientan corazones calladamente
cocinan cuatro calabazas curativas,
cúmulo cultivable, conjuro culinario
cortado con cuchillas crédulas.
Crisálidas cromáticas creyentes
crecen comedidas, culminadas,
corren caminos, compenetradas
como cimarronas clarividentes
clandestinas, ceremoniosas, complacidas.
Célebres curanderas, centelleantes
consejeras compasivas, candorosas
confieren confianza, clemencia,
cinceladas como címbalos
cruzan cielos creativamente
cancelan crepúsculos crecientes.
Cien centenares compinches
comparten conciencia cuantificada
con ciencia contradictoria cosmovisión compleja, ciertamente.