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Revista de Poesía y Arte ISSN 2735-7627, Año 5. Nº11, junio 2025

Los vendedores de paños de cocina

Los vendedores de paños de cocina han invadido la ciudad
y tienen el monopolio amoroso de madres, parientes y amigos.

Los de sexo masculino se acostaron con nuestras novias
y nosotros hicimos otro tanto con las bellas vendedoras.

Es por eso y no por la resaca o la marihuana como crees
que Julián se queda absorto al secar un plato o afilar un cuchillo.

Los vendedores de paños de cocina irrumpen en la tarde:
somos nosotros, los primos, hermanos, los tiempos.

—¿Buenas tardes, se encontrará la dueña de casa?
Piensas en trucos de supervivencia, en la invasión

y en el diseño de paños que se llevan los vestigios de la mesa.
Los vendedores de paños de cocina han invadido la ciudad,

cortan la parte no roída de manteles y ropavejerías;
estropajos para tardes cesantes sin platos que lavar,

hurgan en cuartos de trastos y recuerdos.
Observan en el mercado de Av. Independencia

el brillo en los ojos de las mujeres al mirar las telas
que imaginan vestidos para un verano o una gala.