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Revista de Poesía y Arte ISSN 2735-7627, Año 5. Nº11, junio 2025

Los jugadores de curling

El casting nunca existió, ya estaba hecho con anterioridad. 

Uds. sólo fueron a informar sobre el estado de ánimo,

la temperatura y el grupo objetivo que va a comprar 

un producto específico.

No creo que exista

lenguaje más feo que el relacionado con el trabajo 

entendido como casting, currícula, antecedentes 

penales o de otra índole:

reparen en la fealdad de esas palabras

a las que se puede agregar una larga lista

de anglicismos, una lista como una larga fila 

de una juventud radiante hecha añicos

y ruegan por un cupo en la guillotina

mientras afuera pasa una larga procesión

de bicicletas con mochilas cuadradas de Uber Eats.

Parecen escarabajos de alguna especie.

De todo oficio dirán lo mismo:

médicos, taxistas o quienes atienden público.

Los que acarrean escombros

y quienes descargan camiones Brinks 

vigilando nerviosos con armas largas 

al dinero cambiar de manos

como pelota de tenis

o incluso esos cuyo trabajo es empujar gente 

para que quepa en el Metro a la hora punta,

pero especialmente los jugadores de curling

que friegan el hielo para que pase 

un ataúd como un carro alegórico 

de carnaval,

de todo oficio dirán lo mismo:

mi rubro es el peor de todos.