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Revista de Poesía y Arte ISSN 2735-7627, Año 5. Nº11, junio 2025

Reseña de Libros

El Cristo de Alambre

De Gabriel Miranda

Año: 2022

Editorial: La Otra Costilla Ediciones

Páginas: 60

Gabriel Miranda Riquelme, San Bernardo 1950, es escritor, dibujante y comunicador radial. En el poemario que ahora comentamos, Cristo de alambre, el hablante mantiene un dialogo permanente con la figura artesanal del crucificado, en un rito íntimo y confesional, pregunta, pide, reclama y alaba a la imagen humilde cuyo material es oxidable; no es el Cristo de las catedrales de mármol magnífico o madera noble, es más bien la figura que acompaña la religiosidad popular a través  de imágenes simples y llenas de significados. 

Ahí en ese instante de verdad que es escribir un poema y decir una oración, afloran las preocupaciones y vicisitudes de un hombre común, con sus aflicciones y dudas. 

Estas oraciones-poemas de Miranda, a diferencia de los Salmos de Ernesto Cardenal, no van dirigidos hacia Dios, sino a este Cristo de Alambres el cual está “…incondicional mirando las estrellas”, es más bien, el ruego que hace junto al camino un peregrino frente a la animita de un desconocido y que en ella confía y dirige su pesar, su fe y su esperanza, para que interceda por los demás:

CRISTO DE ALAMBRE

Sí, pegado a la muralla

te pego flores, por lo enfermos

por la muchacha de la esquina

por la niña que amaba a los poetas

por el ruido de las hojas

en el mes de enero

por mi gato Tomy que maúlla mirándome

y tiene sueño

y quisiera decirme que ama los pedacitos

de pollo

y no es vegano

que lo lleve al tren central

no con el reloj chino

que atrasa horas y momentos

como el whisky que tomas a escondidas

para amortiguar los latidos del corazón.

Cristo de alambres

suspendido en el patio

ruega por ellos y nosotros ahora ya. 

Miranda con un lenguaje propio y cotidiano, logra articular un poemario que transita por diferentes temáticas: lo social, la comunidad, la poesía, la amistad y en donde el leitmotiv es siempre su Cristo de alambre, rogando por él y por los demás:

Cristo de los Alambres, te imploro que sigas así

con tu intención redentora para todo el mundo

que, aunque se deshojen tus pétalos

has aliviado el dolor de los enfermos

o de los que pierden sus empleos

que me ilumines cuando hablo en directo

porque soy verdad y soy historia

soy el resumen de los días perdidos. 

No obstante este libro no es un poemario religioso en donde el hablante tan solo dialoga desde sus preocupaciones más íntimas, no todos los poemas transmiten ese aire confesional y a veces de místico recogimiento, hay  también en estos poemas un desplazamiento hacia lo concreto y cotidiano, aquí  junto con pedir a su Cristo alambrado, protesta, reclama y fija su posición frente a lo que considera injusto. Desde un ser humilde y frágil como los alambres mismos que sostiene al que le pide:

AQUÍ

Con mi ciudad desarticulada

con los discursos de la república

con el miedo de que te apaleen.

Soy Andén histórico

no un hipócrita que por tener cartón

haga lo que quiera.

Hablo por los callados

por mis derechos

porque me piden carnet. 

Porque soy la continuación

de un selknam exterminado

de un mapuche herido por el estado.

Adiós a la burocracia

somos la bandera negra

que circula en los ciclistas

y la historia, somos todos

ya nadie es el mismo

no soy el mudito que escribe poemas burbujas.

En cada rincón internacional

Aquí, me tienen un sobreviviente numerado. 

Miranda habla desde la vereda del ofendido, del invisible, y aun así, en ese trance de dolor, afloran versos que conmueven:

Llevo el día acumulado de visiones

el lagrimeo de nuestra gente

mi hablar viene de los patios

y la gente pelusa

en la pereza del sol y el almendro

y la vida que perdemos soñando. 

Te ruego Cristo de Alambres

que todo lo que escribo sea programado

para cada ser que nunca ha leído nada. 

Cristo de alambre de Gabriel Miranda es un poemario de factura simple, pero que atesora una poesía en apariencia sencilla. Es la experiencia vital del jubilado que vive en una población, que se moviliza en transporte público, que pertenece a la “generación del bolígrafo”; es el vecino que compra en el almacén de la esquina, que a pesar de sus limitaciones y carencias transmite emociones y conmueve, lo cual no siempre ocurre con publicaciones de mayor factura y recursos; porque al fin y al cabo la poesía está en todas partes y es el ojo sabio el capaz de tomar esas tribulaciones y anhelos y convertirlos en versos para todos.

Hace tiempo que hablo con los muertos

ellos, no critican

porque entienden la claridad

en este lado de la poesía.

Acerca del autor:

Samuel Leal – Editor de Nube Cónica