(Mardi Luteruse päeval)
La luz del mismo día
resplandece hoy de nuevo
para mí y para mi amado Alo;
la misma flor perfumada
de nuestro afecto
florece una vez más
entre nosotros dos.
Cuando vaya a apagarse
el último arroyo ardiente
del manantial de luz
y se marchite también
la rosa de la aurora
en las sombras de la muerte,
el destello del amor
se mantendrá perpetuo
en los sentidos de Alo y de mí.
En las sombras de la muerte
caerá también el vate de estas tierras:
mas al pueblo que él ama
le quedarán vivos sus cantos;
y para siempre permanecerá en ellos
el nombre del amado Alo
y la loa de nuestros dulces padres.
(1819)
(Trad. Albert Lázaro-Tinaut)