(Laulja)
Como las aguas fragorosas
Y espumantes de un río
Que se arrojan al valle
De lo alto de las rocas;
Como el rayo que restalla
Con estruendo en el cielo
Bajo las plúmbeas nubes,
Así fluye el hermoso arroyo
Ardiente del canto.
Como una fuente de luz
Anda el cantor
Por entre sus hermanos.
Restalla el rayo
Y se callan los bosques:
Eleva el cantor su voz
Y de sus labios fluye
El rocío de sus cantos.
En torno a él, silentes
Como arrecifes en el mar,
Los pueblos escuchan.
(1819)
(Trad. Albert Lázaro-Tinaut)