Buscar

Revista de Poesía y Arte ISSN 2735-7627, Otoño Año 3. Nº8, junio 2022

El corazón materno

(Emasüda)

Existe un pequeño lugar en este mundo
donde dicha, amor y lealtad hallan refugio;
todo lo que en el orbe es tan escaso
encuentra allí serenidad y espacio.

¿No conoces, acaso, el corazón materno?
¡Es seguro, abnegado, sincero y tierno!
Se alegra cada vez que tú te regocijas
y se hace cómplice de todas tus cuitas.

Cuando te hiere el alma la mezquindad
de aquellos que te ofrecen su falsa amistad,
si el desprecio y el odio se ceban en ti,
si la fe te abandona, si te hacen sufrir,

¡el corazón materno al punto se rebela!
Y es un solo lugar el que te queda
para volcar tu congoja y tu dolor:
el pecho maternal, vaso de amor.

Perdí otros corazones queridos en mi vida,
lloré por ellos, desdichada y perdida;
y muchos más pasaron por mi espíritu enfermo,
¡pero ninguno fue como el corazón materno!

(1865)

(Trad. Albert Lázaro-Tinaut)