Nosotros que
somos tan parecidos en nuestra lengua
que somos tan parecidos en nuestra muerte
que somos tan parecidos
a veces nos miramos
sin reconocernos
nosotros
que nos quisimos
parecer tanto al fuego
parecer tanto al beso
que nos dimos la primera vez
nosotros
que nos quisimos
con las manos cerradas
para que no se nos vaya el tiempo
con los ojos cerrados
para sentirnos la piel
nosotros
que nos quisimos
que somos tan parecidos bajo la lluvia
hoy usamos
nuestros cuerpos
como trincheras
nuestras palabras
como agujas
para no llegarnos al corazón.