(Lucanus Cervus L.)
.
En algas bullendo,
ungidos de oleajes,
en días de cópulas solares,
nos basta una flor
emulsionándose en el Cenit.
.
Nosotros astronautas invencibles
de escafandra rebosantes de rocío.
Ellas sirenas ondulantes
y sus cabellos sumergidos.
.
De tarde emigran las aves,
se apaga el sol
y las nubes asoman sus ojos ciegos.
Partimos entonces hacia una apoteosis.
Y en cada mano un corazón
para sembrar en ardiente madrugadas.