I
Cuando estoy a punto de emprender el vuelo…
paso a revisar mi vida,
y me encuentro con la imagen de mi madre.
Que me acuna, me acaricia y me redime,
mezclando nuestras sangres…
y con ello vaciando el sucio veneno
que ha acompañado mi vida.
II
Mi memoria quedará escrita…
en cada corteza de los árboles
que me cobijaron con su sombra en mi desdicha.
Quedará escrita y fraguada en fuego
en los espíritus de todos los hombres y mujeres
a los cuales acogí con mi fuerza y mi ternura.
Se mantendrá como tinta indeleble
en los marchitos corazones de los seres
que vinieron a mí para saciar sus instintos…
y se fueron embelesados
con la profundidad de mi ser.
III
Porque yo fui la mañana
que sigue a la noche tenebrosa…
El fósforo que enciende la luz
en medio de la obscuridad…
La manta raída, que aún con sus imperfecciones,
cubre el cuerpo del que tiene frio.
La primera copa de vino de la mañana,
aquella que revive al alcohólico empedernido.
La madre que amamanta a sus hijos
con estrellas de la Vía Láctea.
IV
Porque yo fui
LA MANOSEADA…..!