I
Las cosas y las plantas tienen una relación
A veces las cosas salen de viaje
Las plantas se quedan esperando
/quietamente
hasta que el otoño arrebate su tersura
Hay un camino rocoso
a lo largo de los cerros que encadenan su ascenso en espiral
Nadie ha dicho que las plantas se bañen por amor
Crecen con el rigor de las estaciones
mientras cada mañana
la garúa acaricia la forma
/que delínea su movimiento en el tiempo
Las plantas confabulan ocultas
/en la ausencia de los que duermen
Las cosas en cambio
recitan un himno de memoria:
el signo es falso
y el arquitecto un robador
Las plantas no se compadecen
En el silencio impredecible agitan sus tallos
Acto de virtud y prepotencia
Entonces se acuerdan de su pasado
Las cosas corren a recobrar sus fuerzas
Arrebatan el color de los objetos
y tratan de que las cosas también desaparezcan
Entre las plantas y las cosas existe esa rivalidad
A veces la lluvia rejuvenece a unas
a otras la desaparición les llega por encargo
Todo esto es una apuesta hecha con determinación y humor negro
Las cosas se apoderan de las cosas
Y las plantas no se compadecen de ninguna
(De Correo negro, 2001)