Conocí al Jipi Joe, allá por 1971
se movía como Joe Coker,
el mismo pelo crespo
la misma camiseta desteñida de colores
la misma canción.
Pero nunca pudo cantar como Cocker.
-Do you need anybody-
Recuerdas como movía los dedos,
como agitaba sus rulos desordenados
en el puesto de artesanía en la feria libre (free)
los anillos de cobre y alpaca
las cruces de clavos oxidados
-«Duyunid enivari»-
Le gritaban los amigos del barrio
cuando en la esquina
de lo que se puede llamar una plaza de población,
después de bajarse varios litros de Pilsen
y un par de pitos el pequeño público exigía
por allá en 1971
-¿Necesitas a alguien a quién amar?-
Yo lo vi subir por el camino del alba
a piedra roja cargando en una mochila
botellas de pisco y marihuana.
Pero el Jipi no podía cantar así.
Movía la cabeza, crispaba los dedos,
sacudía las piernas, quebraba el cuerpo.
Pero no podía cantar como Joe Cocker
ese grito desgarrador
cuando el coro preguntaba
-«Duyunid enivari»-
Cuantas veces en el cine aquel
lo vimos cantar con sus botas de azul estrelladas,
volados como poto,
un detalle que no se puede olvidar.
Tu sabes
necesitas a alguien a quien amar,
pero una pequeña ayuda de los amigos
es suficiente, especialmente cuando estás triste.
Jamás creí que ese tema fuera de los Beatles.
Aunque llegué a pensar que el Jipi joe
era la reencarnación de Joe Cocker
porque el verdadero perdió su hermosa melena
quedó pelado como melón.
El Jipi Joe sigue chascón, canoso pero chascón.
Se lo puede ver aun en la feria del barrio
crispando los dedos
escuchando siempre
la misma canción.