A los pocos años
solían advertirme
sobre ciertas cosas
que no es conveniente
empezar a explorar el laberinto
ni observar formas desconocidas
en espejos que van naciendo
ni quitar la materia al silencio
porque el exilio cierra puertas
y no hay retorno
ni tener cita con el futuro
ya que a sus espaldas carga la muerte
dejarse seducir
por jardines secretos
en las alcantarillas
pues la miasma es una trampa
al desasosiego
pero el olvido me lleva a tientas
sobre un hilo delgado
que va desprendiendo
el universo
y el riesgo es apenas una palabra