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Revista de Poesía y Arte ISSN 2735-7627, Año 5. Nº11, junio 2025

Observados en Venecia por Mary Mc Carthy

The rationalist mind has always had its doubts about Venice.
Mary McCarthy, Venice Observed

Como una escritura invisible alzada contra el fuego connatural
a La Fenice vamos leyendo las leyes de este nuevo juego. Primera
conclusión: nos hemos equivocado de ciudad. La Serenissima
es impaciente con los enamorados, prefiere la aventura, los golpes
de teatro, la espejeante apariencia de la seducción: amantes
que se persiguen y rehúyen, incendios y saqueos del alma (Byron
ardiendo en vida, Casanova, virtuoso, desfalcando al Tiempo).
Pero tal vez sea esa también una quimera y es otra la ciudad
que se evade tras los patios cerrados, las rendijas.
La ciudad
que encandila nos repele y repliega a los amplios brocados
de los cortinajes, al fino lino egipcio de las sábanas. El lecho
oscuro y fresco nos promete una pasión callada y un despertar
acorde con la otra Venecia, la fija, la expectante. La del asombro
sostenido y la mirada al bies, la que indaga más allá de la pátina
del tacto y hurga bajo la piel, la del idilio pleno de presentimientos,
esa que se desnuda en las telas de Giorgione y comparece aquí
ante la duda, el horror al vacío.
Conclusión segunda: esa es
la vuestra.

The rationalist mind has always had its doubts about Venice:
La mente racionalista siempre ha tenido sus dudas sobre Venecia.

De: danubiomediterráneo (Viena: Labyrinth, 2005)