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Revista de Poesía y Arte ISSN 2735-7627, Otoño Año 3. Nº8, junio 2022

Mi lavadora nueva

MI LAVADORA ES GENIAL.

TIENE PROGRAMACIÓN AUTOMÁTICA,

AGUA CALIENTE Y FRÍA,

REGULA SOLA EL AGUA SEGÚN LA CANTIDAD DE ROPA.

AUTO-LIMPIA EL TAMBOR.

MI LAVADORA SACA LAS PELUSAS

Y TIENE PRESECADO

POR LO QUE LA ROPA SALE CASI PLANCHADA

MI LAVADORA…

Ahora mi lavadora tengo que programarla manual,

pero no importa mientras tenga lengua y dedo y mis manos cálidas para programarla;

por lo menos ahora controlo los días y las horas

no lavo a cada rato como antes,

que ni siquiera alcanzaba a acumular ropa sucia.

Mi lavadora está empeorando;

ahora ya no calienta el agua, solo lava con agua fría,

pero por lo menos lava;

a la lavadora hay que controlarle el agua,

se desbordó inundando todo el baño,

(lo bueno de ahora son los pañales ultra absorbentes),

Mi lavadora está empezando a olvidar cómo sacar las pelusas,

apenas lava una carga de ropa chica

y no muy bien; queda arrugada y húmeda,

como si ya no entendiera lo que pasa y cómo pasa.

Todos me dicen que la cambie por una nueva,

que ya no sirve,  que hay lugares donde las botan

y que incluso las usan de maceteros para plantas y helechos,

que quedan olvidadas, cubiertas de tierra;

pero es mi lavadora,

estuvo conmigo desde el principio,

complaciéndome,

ayudando  a que yo pudiera tener mi ropa más limpia.

MI LAVADORA YA NO ES AUTOMÁTICA,

PERO ES MI LAVADORA,

YO LA ESCOGÍ,

DE ENTRE UN MONTÓN DE LAVADORAS.