me puse a escuchar Pinochet Boys
en un Bar del barrio Madison López.
Estaba bien en Cannabis y lo único que hacía
era bostezar.
Entonces vi a unos chicos
hiphopear un poema del Tecnopacha.
Trazos de la Revolución Consumista.
Puro adjetivo sustantivo, qué se cree.
Los miré a los ojos y les dije:
vamos a escribir sueños al mall.
Caminamos de una convertidos en nubes,
paraísos artificiales bien tecnológicos,
soldados otakus.
Robamos ropa bien top en algunas tiendas
mientras el sol fusil nos tatuaba los pelos
de la cabeza.
Nos masturbamos frente a una vidriera San Rafael,
escupimos cuánto había de escalera cerro
y de shopping me robé mi tan anhelado
caballo-moto, a todo headbanger poético
a todo texto fantasma.
Me aburrí y distancié
como las tortugas de mar
de sus crías.