Cierta ampulosa necesidad de existir
de ser vista
calor que toca las mejillas
sin candor ni belleza.
La vergüenza de ver al otro
y que no te vea
rabia de no existir
ser sombra al mediodía del desierto
perder la compostura frente al olvido
peor, frente al recuerdo apenas tibio,
nieve que no toca la piel desnuda
palabra que no vale
ausente de libros y encuentros.
El terror de que crean que eres otra
nombre que no se pronuncia
un algo purulento
náusea que ataca el esófago
y sube por la garganta.
Todo pudor y necesaria tolerancia femenina
pateo el suelo por esos que existen
canon que grita que ya no hay autores
a sabiendas que los nombres de ellos titilan.
masculinidad que da existencia
sin útero ni alimento
semen que marca las hojas bíblicas
para que ninguna de nosotras
sea, sin su permiso.