Residuos

La mejor conversación
fue aquella que nunca tuvimos.
Dirán que fuimos dos tontos,
dejamos escapar al amor
de entre los labios.
En esta orilla del mundo,
no sirve arrepentirse
de una estación muerta.
Se destejen las mantas que nos cubren
en otros lechos.
Las noches se consumen entre las manos
que no se tocan.
Quedan los residuos
de un amor gastado
que siempre estuvo a punto
de sobrevivir.
Así nos resignamos.
Todo pasa hasta el amor.
Entre saltos de cordura me repongo.
Nadie sabe que abandoné el tren
en plena marcha.
Iba contigo a ninguna parte,
busqué en la cartografía
la posibilidad de seguir mi propia ruta.
Ahora estamos mirándonos
en medio de este espectáculo
aburrido llamado tiempo.
Así nos dejamos para seguir siendo.