Sangra el voraz apetito de la mente.
Los sentidos se atrincheran
al temor de una lógica
en laberintos tirana.
.
Eufemismo,
máscara de carnaval,
esconde el nauseabundo dolor
de una calle sin amantes
que resbala silencio en los ladrillos.
.
De una ventana
lejana,
con ojos de almendra,
el rostro luna
deja caer un monótono
ploc
ploc
ploc
que se traga el esqueleto de Comala en llamas.