Reseña de Libros
El ébano de la noche
De Claudia Carvajal Guerra
Año: 2022
Editorial: Ediciones Filacteria
Páginas: 53
El “Litoral de los poetas”, ese espacio entre Cartagena e Isla Negra, no solo alberga es su viaje eterno a Huidobro, Parra y Neruda; sino también a nuevos valores poéticos que despliegan sus versos mirando hacia el horizonte del Pacífico. Entre ellos/ellas, se encuentra Claudia Carvajal Guerra que publica su primer poemario con el sugerente título: “El ébano de la noche”.
Lo que nos propone Claudia en su libro, es un viaje hacia un espacio único y personal, como nos indica Carlos Roa Hewstone en la contratapa: “Cartagena de Chile, urbe mínima, cargada de aura y elevada a categoría casi mitológica”, no es solo un viaje a un lugar, sino también un viaje a una especie de geografía humana que conforman los personajes de este poemario, personajes femeninos llenos de magia y misterios, pues no sabemos quiénes son, pero sí intuimos el lugar que ocupan en el imaginario de la hablante: Anna, La Gringa, María, Melina, Lucy, Amanda, Isaura…aparecidas en los versos como recuerdos de un pasado tal vez añorado. En el poema “Anna 2” escribe: “¿Será la muerte vestida de Anna/ o Anna representando a la muerte/ que me viene a buscar?”. Presencias que aparecen y desaparecen habitando una ciudad en común con el mar como escenario de fondo siempre presente, siempre sonando. En el poema final del libro “Gravedad del tiempo” escribe: “Caminamos juntas por la Playa Grande/en una gélida tarde de otoño/ La Gringa toma mi mano nerviosa/ besa mi frente camina lento/ su huella se graba en la arena/ su silueta se desvanece”.
Las huellas que se graban en la arena casi siempre desaparecen en la playa, pero a veces permanecen por siempre en nuestra memoria, el cosquilleo, el frío o el calor, la humedad… el paso de quien nos acompaña, a quien esperamos o a quien despedimos, la playa y el mar, el escenario y el telón de fondo infinito.
El viaje también muestra paisajes desolados y la desigualdad de los habitantes, en “Ya no importa” escribe: “No importa lo que mis ojos ven./ Me paralizo frente al presente afiebrado./ Se levantan hogares entre tablas y cartones/ entre mármol y hormigón”. La naturaleza cambia producto del desarrollo y el avance del concreto, en el poema “El bosque” escribe: “El viejo árbol permanece dormido/ cercado en un jardín de concreto/ la tierra sigue suelta/ nos modificaron el paisaje/ nos borraron los bosques”.
“El ébano de la noche” es un libro cautivador, no solo por sus poemas, sino también por su cuidada edición a cargo de Ediciones Filacteria y su colección de poesía “A solas”, con una acertada portada y contraportada en un interesante juego de imágenes.
En el poema que da título al libro la poeta escribe: “Y el pájaro vuelve a estar aquí./ Melodía nocturna/ mi cabeza reposa/ el corazón presiente/ una ventana abierta/ el ébano de la noche”. La noche en cualquier lugar puede ser de ébano, pero en la ciudad que Huidobro eligió para descansar, es especial.