Para verse al espejo,
cada día
Frida
se baña,
viste ropas diversas,
se acompaña de animales y flores.
.
Son imágenes perfectas,
distantes, solitarias, sangrantes
que atestiguan una vida.
.
El autorretrato de Frida,
con retrato de Diego en el pecho y María entre las cejas,
con nana,
con trenzas,
dedicado al Dr. Eloesser,
con loras,
con marco,
con un collar de espinas,
lo que vi en el agua,
con el cabello suelto,
dos desnudos en el bosque,
con las dos Fridas,
con un perro Itzcuintli,
con mono,
entre la frontera de México y Estados Unidos.
.
Cada día,
la cierva herida
crea su imagen.
La que Diego
desmembra,
aplasta,
tortura
con unos cuantos piquetitos.