Imagino un mundo
en cada gesto de tu cuerpo.
Órbitas en espacios distantes
astillan la ternura.
.
Los labios como párpados dormidos
sibilantes respiran sandías.
Ángulos discretos en un cuello bronceado
juegan ebrios con gotas de plata.
.
Fugitivo,
se esponja un pecho entre costillas,
libera lúdicas iguanas
y un largo tremor de silencio.