Tarde te he leído y sin embargo
tu oficio de amanuense
se me cuela hasta los huesos
Saludo tu bello pesimismo
pleno de esperanza sangrante y amorosa
tan de buen hermano y de linaje
Agradecido te estoy, por esta
música de oro bien escrita, cuajada
de arcaísmos y sonora cibernética
Déjote este abrazo último, seguro de
que tu palabra “ya fuera de sus órbitas”
nos seguirá mirando todavía