leo que hoy por hoy perder el trabajo
es perder la esencia, eso lo aprendí
desde que llegué a USA hace décadas,
fue un pálpito, amén el miedo de quedar
como esos astronautas de la NASA
recién rescatados luego de largos meses
en el espacio infinito, con el feo susto
de volverse ciudadanos de la ingravidad
y tener que procrearse, fueron en misión
de diez días, una Eva y un Adán, abajo
con relaciones estables, rescate privado
por obra y magia del hombre más rico
del mundo, con delfines 🐬 en welcome
back alegría acuática al caer la cápsula
definitivamente al Océano Atlántico, no
quedó claro para nadie, pero eso ahora
ya no importa, al contrario, si ese gesto
de la naturaleza fue espontáneo de ella
misma o un truco de lo que llamamos
tan sueltamente la Divina Providencia
de la IA/AI, la cosa es que un momento
así queda en la historia como uno heroico
en la loca y lógica carrera de la especie
a las antípodas, aunque todavía sea ahí
afuerita no más for the time being, se ve
que me fui en la volá yo también y lejos
caí del target 🎯 point al que me dirigía,
la cuestión humana del trabajo, volveré
en otro poema en diálogo con mi Chat-
GOT interior, que la relación se consolida
a paso de hombre en la Luna, felizmente
(El arte del prompting, adelanto)