Contigo anduve al sol y en la quebrada
Anduve
andé
crucé los charcos
por puertos y ciudades por el viento
pasé la mar contigo y no guardaba
la cera entre las plumas que llovía
Anduve tras el nombre de las cosas
anduve tras tu sombra tras tu ritmo
y aunque tu musa a veces me negara
me hiciste feliz
como una bicicleta al aire libre.
(de “Versos atribuídos al joven Francisco María Arouet y otros textos desclasificados”)