Reseña de Libros

废物的愤怒 o el frío e impersonal mundo de la poesía

De Gonzalo Contreras

Año: 1994

Editorial: Gil de Castro

Páginas: 82

Carlos Salino, Washington DC, octubre 2020.

Para fortuna de la recuperación de la memoria poética de Chile, se encontró en los anaqueles de una librería de viejos del mercado Persa Bío-Bío, el libro de poemas que ahora se comenta. Se trata de una primera edición realizada en la ciudad de Santiago (Chile); y lanzada a la entropía sideral en  el año de 1994, por la Editorial Gil de Castro con un tiraje de 300 ejemplares. Su título, acaso con un comienzo un tanto enigmático, es el siguiente:  废物的愤怒 o El frío e impersonal mundo de la poesía. Es el libro de Gonzalo Contreras, un poeta retirado de los reflectores y del boato del mundo literario, que se desenvuelve mejor en el backstage de la poesía chilena actual, de la cual, por lo demás, es un destacado y muy reconocido editor.  En ese campo, debe mencionarse el encomiable esfuerzo que ha realizado por salvar la obra de Claudio Giaconi, el escritor invisible (Claudio Giaconi. Un escritor invisible. Obra  Reunida. Edición Gonzalo Contreras, Santiago, 2010).

Volvamos a lo principal. En lo formal el libro de poemas de Gonzalo Contreras se compone de cuatro partes, a saber: EN TRÁNSITO, PROCEDIMIENTOS, VOCES y EPÍLOGO; partes del libro que reúnen alrededor de 46 textos que constituyen un todo, diríase una poética, verificándose así una vez más el postulado sistémico de Aristóteles, relativo a que el todo es más que la suma de sus partes.

Los ideogramas chinos con los que comienza el título del libro, traducidos literalmente (si acaso ello fuera posible), significan algo así como: inútil furor. Por lo que el título completo del libro, traducidos los ideogramas, sería: Inútil furor o el frío e impersonal mundo de la poesía.

¿Cuál habrá sido el sentido de agregar ideogramas chinos al título? ¿Tiene alguna trascendencia en función de la propuesta poética del libro? Es posible, pero el sentido de totalidad del libro, impide atrapar el valor específico de cada una de sus partes.  A lo más podría especularse que  Inútil furor o el frío e impersonal mundo de la poesía, es un libro que intriga desde el comienzo por obra de  los ideogramas chinos, poniendo al lector de inmediato en guardia y atento, así como cuando se camina por una callejón desconocido; en una ciudad desconocida y en medio de la noche.

“Lo que se vuelve a sentir/Muere por primera vez”, es un verso del gran poeta Eduardo Anguita, que Gonzalo Contreras escoge como epígrafe de inicio de su libro. El sentimiento de la muerte como eje de la poética de Inútil furor o el frío e impersonal mundo de la poesía, aparece en el poema POÉTICA, que abre el capítulo EN TRÁNSITO:

POÉTICA

Según

el incomprendido Robin Hood:

la poesía metafísica

es un continuo lanzar flechas

a esa realidad

que aún se ama

Es posible conjeturar que esa bestial realidad que aún se ama y que es bombardeada por la flechas del verso metafísico, resulta herida en ese combate que el poeta propone contra el sentimiento de lo terrible  de esa realidad que aún se ama y que, en ese intercambio de energías, despierta el alma dormida (el infinito y el vacío existencial, todo eso imbricado de alguna forma, para sustentar la profecía de Rilke: “la belleza no sino el comienzo de lo terrible”).

Pero el ejercicio de herir la realidad que aún se ama podría ser categorizado como un acto sadomasoquista, ya que la realidad es inescindible del Ser, si hemos de aceptar que yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo” (Ortega y Gasset).

Universalizando las impresiones que deja la obra de Contreras, conjeturo que esa bestial realidad que herimos, como un remordimiento, nos duele en los momentos de mayor honestidad con nosotros mismos: el momento en que frente al espejo contemplamos nuestro rostro y advertimos nuestra intrascendencia; nuestra pequeñez y el espectáculo patético que día a día le brindamos a la humanidad. Estamos muertos desde el inicio si vamos a aferrarnos a lo que nos desprecia: esa realidad que aún se ama.

Hay mucha ironía, pues, también, en el Inútil furor o el frío e impersonal mundo de la poesía. Es una especie de ajuste de cuentas con el yo y un aceptación de la vida así como viene, sin pedirle nada. Y es que la dignidad de lo humano quizás resida en la contemplación sin temor de nuestras miserias y debilidades.

Entonces bien, hilvanando alguna idea gatillada por la meritoria obra del vate Gonzalo Contreras, me atrevería a proponer lo siguiente: si la filosofía comienza con la duda, y la vida digna de ser vivida con la ironía (Kierkeegard), la poesía en Inútil furor o el frío e impersonal mundo de la poesía es una hebra de la cicatriz y el dolor que la ironía produce. Quizás por eso diga Contreras en el EPÍLOGO del libro:

Nada de esto es serio

Yo sueño con los negocios

Para ir terminando estas impresiones de lectura, valga decir que los textos poéticos comentados, tienen, por lo general, una suave tendencia hacia lo aforístico y lo epigramático. Por momentos el vate logra hacer una poesía de precisión que busca la máxima expresión con el mínimo de recursos verbales lo cual, por cierto, prueba su indiscutido oficio de escritor. Estamos en presencia de un poeta que cuida la palabra y, en la medida de lo posible, trata de no usarla en vano, pues no quiere ser pulverizado por los rayos divinos (a los cuales sin duda teme).

IDIOMAS

a los traductores del mundo

Oveja negra

                   negra

en las buenas

en las malas

como un irreflexivo seductor

paséome

por el pastoril desasosiego de la noche

Negra

          negra

con leve pudor

                        busco tu lengua

Le hablo al oído

a la madre del cordero

CLAROSCURO

Entre restos de sueños

queda en el aire esa viva naturaleza?

queda en la tierra esa naturaleza muerta?

Los claroscuro como un complaciente paisaje

acojen ese mudo regreso al mundo de las formas

No hay juego sin la audacia del espejo

ése no configurado

que deforma a imagen y semejanza

y a secas te reduce

a una desconocida humanidad

RASTROS

Un funeral atraviesa mis ojos

la hilera

             de deudos

                            da vida al sepelio

no conozco al muerto

pero te vi ausente

y estoy de duelo

Miro

a través de la ventana

una carroza vacía:

Un funeral atraviesa mis ojos

III

En la fosa común

de tanta

               letra muerta

                            que florece

Lo insólito de otras vidas:

¡Corta!

el Exquisito Cadáver

el ramo que imagina