Oficio ancestral de mujer

Hagamos un chal para pasar el invierno del sur. Tejamos la lana en el telar, hagámoslo a palillos o a crochet

Bordemos una arpillera con hilo y dedal, como las mujeres lo hicieron en Isla Negra

Juntemos retazos de género y recordemos: cortando, cosiendo y contando

Hagamos un poncho, una frazada de lana, lana pura de oveja

Hagamos un chal de menta y tomillo, cedrón u albahaca

Un chal de juncos o algas, pasto seco o gavillas de trigo  

Tejamos una pilwa con chupón seco

Su aroma nos perfumará

Dejaremos caer una lágrima azul de Prusia sobre los géneros como puntadas invisibles 

Contaremos el dolor del pasado. Pondremos una casa bordada en una arpillera, en un barrio cualquiera y una bandera por nuestros muertos en pandemia. Pondremos ojos perdidos en el cielo, chelo y voces seremos

Nos entregaremos al silencio de la artesana, de la mujer sola con la lana, con el hilo y la aguja. No conoceremos el apuro de estos tiempos. Dejaremos crecer las palabras, hilvanaremos con puntadas largas

Envejeceremos cosiendo bordando enhebrando al lado de la lámpara y nuestras manos desgastándose con el reumatismo

Rayos de sol en los ojos y cabellera blanca

                                                              (Abril, 2021)