Pero sé que la tristeza es gris y fluye.
Porque solo fluye en el mundo la tristeza.
Dámaso Alonso, “A un río le llaman Carlos”
Para Silvia, Leonardo, Helena y Luisa
Cada ciudad tiene un sitio para matarse
los puentes son bien cotizados
más si pasan encima de ríos que se llaman Carlos
(así lo dijo el poeta sentado en su orilla)
o si tienen el nombre de un presidente
y te llevan entre las montañas
o si cruzan el Gran Canal
de un casco donde flota el tiempo
a veces la oscura carpeta asfáltica
una ventana con barrotes rotos
el chorrito anegado por los rezos
es el refugio exacto para el tedio
el suicida nunca sentirá
que la roca y el agua se olvidaron de él
pero el suicida no sabe
que si no va al puente
aun así
va a morir
Pereira, febrero de 2020
de Otras mujeres como lobas
Jade Publishing, 2021