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Revista de Poesía y Arte ISSN 2735-7627, Año 5. Nº11, junio 2025

A Marta Ugarte

Ya no quedan palabras

balbuceos erizan la piel

roen ratas esta voz

el nido del pájaro arde

y le mentimos a la memoria

mientras pasa por la resonancia azulina

                                 de una tarde que muere.

Su cuerpo fracturado emergió del mar

de su cuello colgaban alambres,

brazo izquierdo, desgarrado por un corvo,

la columna quebrada

estallido del hígado y del bazo

luxación de ambos hombros y cadera

fractura doble en el antebrazo derecho

faltaba una parte de la lengua

una parte faltaba

                              y aún la buscamos.

El murmullo enmudece la posibilidad

¿Y si te damos una canción

un himno para resucitarte de las aguas, Marta?

Y si te restituimos ese atardecer negado a tus ojos y a los ojos de tantos

Y si lloramos 70 veces 7 océanos
para embarcarte a casa.

Ya no quedan palabras,

rocas roen esta boca y enmudecen su lengua

nuestros cuerpos hinchados de ir 
a la muerte, al odio, al borde del mar.
 

Al fondo un bramido,

amarga lengua balbucea la otra mitad 
que no alumbró jamás.

Garganta en porfía regurgitó la última sílaba

que repta en el laberinto al fondo de sí

                 se embriaga con la ausencia

Marta lanzada al mar.