Me acostumbré a amarte de manera virtual,
con caritas y gif vía inbox.
Me acostumbré a canciones compartidas y fotos con filtro.
A desvelarme esperando escuchar tus recados por WhatsApp.
Me acostumbré tanto a amarte sin tenerte que hoy cuando te vi
decidí volver a mi computadora y seguir amándote a solas.
A publicar un estado de amor en tu muro, esperando tu “like”.
A dormirme enamorado rogando no volverte a ver para seguir amándote.
(libro Jugando con fuego 2017)