Cuelgo en la viga cuando pienso
el infierno no entra en el infierno
un golpe cae sobre mi cuello
Este pueblo está lleno de asesinos
que tratan de mutilar el cuerpo
de los que vuelven el rostro.
Al otro lado existe el otro lado,
una fina cuerda marca las fronteras
de esta casa.
Maldita casa que no he escogido
y de la que no puedo salir.
El golpe cae una y otra vez
sobre mi cuello,
para mutar, mutilar…
dejarme libre.