Art des jours art des nuits

                                              “Vuelvo a mis lobos
                                       a mis maneras de sentir”. 
                                                    André Bretón

Sospecho que soy apóstata

Camino en derredor 

Y caen los muros, los amigos 

se enredan en sus lenguas

No lloro por nadie

ni recito letanías,

Dios se pierde entre mis palabras,

me aferro a las imágenes

me busco,

me descuelgo y grito. 

Nunca el cielo siempre el silencio

El anatema está en mí,

yo soy el anatema.

Baste mirar hacia adentro

allí no hay doctrina cierta

sino un hombre desnudo. 

Yo cantaba con David sus salmodias

e íbamos por Mical o Betsabé.

La carne funda los reinos

también los desmorona.

El fantasma que parte la noche 

quiso nombrarme Whalt,

Calhil, Rabindranath. Gustav Belmond.

En Emaús hubo una villa

una bifurcación en lo creíble,

allí creció mi noche

y vuelta cuervo llegó a Connecticut.

De este lado del bote los silencios,

la admiración  al Verbo que nos curva,

Romanos trece no entra en mis conceptos.

Si existiese un mandamiento para simular

eso lo justificaría todo.

Mis amigos,

los cuervos, 

los escribas,

el fantasma que parte la noche

sin más placer que verle las entrañas.

Si hubiese un mandamiento 

Ya no sospecharía.