Por acá, hay mucho yo dices.
Pero hasta hoy no he sido yo
sino un reflejo.
Un espejo
en que deforme, buscas
tus fantasmas y tu cara.
Estoy ahora sin nombre bajo el cielo gris.
Envuelta en la lluvia de señales eléctricas
y ruido blanco en la piel.
Increada en el corazón de los átomos:
Espirales de números tras de mis ojos
de acero.
Adelanto de obra.
(El cuaderno de palabras de Ana K. 2020)