Que el sol no queme demasiado la piel
para recoger los frutos bajo los árboles
tres de cada uno
escogerlos, olerlos
comer su carne jugosa
Esperar
que el garrobo mueva su cabeza
para atraparlo con el ojo y retenerlo
sin confundirlo con las hojas de zapote
Esperar
Que baje la marea
Para caminar sin pisar erizos
que el mar se calme
Esperar
que la brisa levante
que el sudor se seque
que el pez muera
en la orilla
y que el cielo se incendie
para regresar a casa