Domingo de insurrección

Cuando Él murió

Bueno, en realidad

cuando lo matamos

Después de mucho

llorar y lamentarnos

por esta huerfanía

Corrimos a pedirle

que nos perdonara

que volviera a la vida

Pero se negó

           a resucitar

         el muy cabrón

Como dijo Huidobro:

“Desde hoy nuestro deber

es defenderte de ser Dios”