La chica creyó que estaba en una casa de muñecas
Pero en realidad estaba en un manicomio
Había olvidado que la vida es una moneda cuyo cuño se ha borrado
y que los hombres se la pasan de mano en mano en silencio
sabiendo que ya no vale nada
Había destruido su vida por una palabra
La palabra yo no soy nadie
La luz no es nuestra fue lo último que se le escuchó decir
Antes de ella misma convertirse en una muñeca inflable