Habitada

Estoy habitada por seres de maíz y de arcilla

por hombres de lanzas y pies nómadas,

por mujeres de Violeta y hombres de puño y grito;

habitada por espuma salada y esquimales inviernos

por palmeras reacias al viento

por truncados sabores de infancia

por rostros sin nombre

por dolor en las huellas

por               en el alma

habitada

por ausencias

siempre.