VII (Imago Mundis descubre los cuerpos pintados de Angela y Lola en los confines donde libran batalla dragones y monstruos del mare tenebrarum)

Lola Kiepja y Angela Loij

No habitan

Ninguna tiranía de la lengua y palabra

Ellas

No naufragan en este navío

Por estas aguas en estos predios

Patagónicos, por el contrario tejen

Con sus ojos de agua

Los cristales de los Selk-nam

En sus manos,

Entre los dedos callosos 

De las canoas,

Pieles de guanaco príncipe

De ballena embetunada reina

En los sexos de ellas

De ellos

Cuando llegó Pietro de Aliaco

Y desplegó ese inmenso mapa amurallado

De espinas, rosas, líquenes que dejaron

La cagada,

La misma zorra de abajo y de arriba

Lola no hizo más que cantar y fue fuego,

Ceniza, estruendo, las cornisas que caían de los edificios de letras

Pintadas,

El viento que sopla

La palabra

Encumbrada

Por su piel,

La piel de Lola

La piel de Angela

La piel de Pietro

La piel de Jemmy Button

La piel de Popper

La piel una y otra vez del guanaco,

El pelaje del Texas Ranger

El pelaje

Del mar de las tinieblas

Donde dragones

En silencio

No oyeron más

Su cantar de cantares

Pues

No corrió más la brisa,

Se extinguieron,

Decían los obituarios,

Mientras el frío

Calaba,

Calaba los huesos pintarrajados 

De sangre,

Colgaron de la catedral de lanas de ovejas

Toneladas de vellones 

Esculpidos con las

Uñas de Lola

Con las

Uñas de Angela,

Por el progreso

Por el santo Pietro de Aliaco,

Imago Mundis,

Texas Ranger

Con su arcabuz 

De tinta negra

Sobre sus cuerpos blancos

Pintados

En el

Silencio del viento

Las palabras mudas quedaron

El mundo

Se 

Les vino

Encima

No había nada que comer

Nada de cebo con que cubrirse

Sus sexos

Estaban desnudos,

Tejían

Por contener ese silencio,

La mustia 

Batalla de dragones y monstruos

En ese mare tenebrarum

Exstincta ubi sunt?

*poema publicado en la Antología de poesía chilena III. 

Santiago, Chile: Editorial Catalonia, 2018.