REY DE NADA
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REY DE NADA

Sobre  las nubes que chocan en la orilla, descansan  los huesos de Reinaldo Arenas,

restos ingratos de su cuerpo.

Volé hasta ellos,

los coloqué como al descuido,

unos allá, otros acá…

El sexo de Reinaldo, al centro, a vera de los turbios pasantes,

la cabeza en la concha, los pies bajo las enredaderas del parque Lenin

y quemando su memoria con la violencia de quien rasga para siempre su imagen en el príncipe,

maldije sus burdas sombras,

me alejé a una playa de pájaros oscuros

a padecer tranquilo en mi mágico círculo de lo cotidiano.

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