Escritura de lo que ya no es nada
I pronto llegó el sordo silencio y nadie pudo jamás localizar la exactitud del llanto el sonido se iba de entre los dedos se iba de entre los muslos se iba, II ser nombrados en nuestra mudez más íntima nos es definitivo, pienso en la vertiginosa palidez y en los años en que uno es dueño de nada, pienso en el tamaño y en el peso del silencio, nunca me detuve a mirar que la vida era justamente yo, equivoco nombres y fechas, equivoco frases de despedida, parece que los paisajes fueran inútiles porque no entusiasman a nadie, agito tantas veces el pañuelo y ni siquiera sé de qué y de quién me despido, ni siquiera me reconozco en el rostro de lo que se fue, mucho menos en el rostro de lo que ahora amanece, III se conoce que en lo alto está el desastre, ahí los cuerpos jamás se […]