SEMILLA DE NO SE QUÉ
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SEMILLA DE NO SE QUÉ

Un día huracanado de noviembre

fui lanzada al vacío.

Atrás quedó lo que pudo ser mi casa.

Volé empujada por la furia

y la furia misma se volvió mi hermana.

Alcancé las alturas donde agoniza el viento

y la agonía misma también quiso ser mi hermana.

Yo iba y regresaba

me burlaba de un remolino por aquí

me aprendía un silbidito por allá

me acostumbré bastante pronto

a las cadenas del aire.

Gratis era respirar profundo

y admirar la imperturbable majestad de los ríos

que descifran la conciencia de las piedras.

Sentí el vértigo de una montaña de Abetos

con la sinfonía de los coyotes

que aullaban en el laberinto de sus troncos.

Aterrice en una alfombra de negros tulipanes.

Semilla de no sé qué creo llamarme,

hermana de la furia y la alegría.

De Coyol quebrado (2012)

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