¿ALGORITMOS POÉTICOS?
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¿ALGORITMOS POÉTICOS?

Básicamente un algoritmo es un conjunto de pasos, pistas, instrucciones (informacionalmente, bits) que permiten solucionar un problema; encontrar un camino o producir algo (1). En su sentido más esencial, la computación es la ciencia de los algoritmos. Y se ha intentado mediante la construcción de algoritmos computacionales producir poemas, es decir, estructuras lingüísticas versificadas libre o métricamente. El ejemplo cultural más cercano que tenemos de esos juegos, es el algoritmo Wishful Automatic Spanish Poet (WASP), Poeta Ilusionado Automático Español (desarrollado por Pablo Gervás, director del grupo de procesamiento del Lenguaje Natural de la Universidad Complutense de Madrid), que, entre los cientos de poemas que ha escrito, inspirado en Miguel Hernández, escribió el siguiente en octosílabos:

“Odio vida, cuánto odio. Solo

por tu audición se ha desangrado.

Ay de mi índice! Oh limón

amarillo! Me darás un minuto de mar,

vida como de alpistes, la tierra

que nos dejará desiertos.

Ni las halles, guárdalas

en dos cajitas, hermano, como

para niñas blancas.

Seguro que después de leer este poema”.

-WASP (Wishful Automatic Spanish Poet)

A partir de WASP, Gervás desarrolló el programa SPAR (Small Poem Automatic Rhymer). Se trata de un algoritmo de creación que, habiendo evolucionado por más de 20 años, tuvo su momento estelar en el Festival de Poetas, celebrado en Matadero Madrid, los días 27 y 28 de mayo de 2017, donde presentó sus creaciones (2), específicamente el libro “Poemas a máquina basados en novelas de juventud”. (3)

Hoy en día la inteligencia artificial se desarrolla mediante algoritmos evolutivos y genéticos capaces aprender a partir de su propio desenvolvimiento. En efecto, uno de los fenómenos más sorprendentes que están aconteciendo en el mundo de la IA, es el surgimiento de respuesta o soluciones no programadas en los algoritmos, exhibiendo una creatividad inesperada y asombrosa para una máquina. Hod Lipson, director del Laboratorio de Máquinas Creativas de la Universidad de Cornell, en conjunto con quien fuera su estudiante de doctorado Michael Schmidt, desarrollaron un algoritmo que fue capaz de descubrir en forma independiente leyes de la naturaleza, entre ellas la segunda ley de Newton, sin haber tenido el algoritmo información previa ni programación sobre física o sobre leyes de la naturaleza. (4)

Otro ejemplo sorprendente ocurrió el año 2012, cuando la Orquesta Sinfónica de Londres “interpretó una pieza llamada Tránsitos –Hacia el abismo”(5). Uno de los críticos que asistió al concierto dijo que era una pieza artística encantadora. Lo anterior no hubiera sido mayor novedad, sino no fuera porque dicha obra musical era la primera compuesta íntegramente por un ordenador que era interpretada por una orquesta de nivel mundial. “Tránsitos –Hacia el abismo” fue compuesta por un ordenador llamado Iamus que ejecuta algoritmos de inteligencia artificial desarrollados por científicos de la Universidad de Málaga, España. Iamus es la cara visible del proyecto Melomics, promovido por la Universidad de Málaga y financiado parcialmente por el Ministerio Español de Economía y Competitividad. Según informa Melomics, para el programa Iamus, ha utilizado un enfoque biomimético en el que cada obra se desarrolla a partir de su genoma (emulando a los seres multicelulares) y a partir de ahí, el algoritmo desarrolla un proceso evolutivo que entrega composiciones musicales indiferenciables de las realizadas por seres humanos. Dice Melomics que este enfoque “evo-devo” (acrónimo en inglés de evolución y desarrollo) es uno de los más prometedores en el campo de la Inteligencia Computacional (6).

Por cierto que la llave que abre mil puertas, el verso poético, podría implicar un algoritmo. Lo misterioso es que se trataría de un algoritmo invisible, no descubierto aún. En efecto, aun cuando no lo vemos ni conocemos, solo suponemos que existe, porque aceptamos argumentativamente que muchas de las cosas que existen en la experiencia humana, bajo ciertas condiciones, son susceptibles de ser reproducidas algorítmicamente.

Pero la creación artística y, en particular la poética, es misteriosa. El descubrimiento o invención de los algoritmos que produzcan poemas capaces de gatillar poesía en los seres humanos todavía no acontece a una escala, digamos, visible.

Descubrir o inventar un algoritmo poético, entendiendo por tal, un algoritmo que produzca una estructura linguística versificada   (metrica o libremente)  capaz de gatillar   poesía (7) en un sujeto, es una tarea compleja, situada en el mismo territorio del descubrimiento o invención del algoritmo de la vida.

En fin, la pregunta que se ha pretendido abrir con este artículo, por tanto es: ¿existirá algo así como un algoritmo poético universal o particular?

Respuesta: -por el momento nos declaramos agnósticos.

NOTAS:

(1) En ciencias de la computación un algoritmo es un conjunto de pasos diseñado en un determinado lenguaje de programación para que un software realice una tarea, que puede consistir en resolver un problema. En perspectiva, la misma idea la podemos expresar del siguiente modo: una vez que la solución de un problema ha sido expresada mediante un algoritmo el paso siguiente es convertirlo a programa para lo cual se elige un lenguaje de programación. De modo que un programa resulta ser la implementación de un algoritmo en un determinado lenguaje de programación. Esto significa, por otro lado, que un algoritmo es independiente del lenguaje de programación. Vale decir, un algoritmo computacional puede ser escrito en más de un lenguaje de programación. Lo que identificamos generalmente con el término software, es un algoritmo (o un conjunto o sistema de ellos) que se ejecuta en un hardware que, por lo general, llamamos computador u ordenador. Los algoritmos son la ciencia de las ciencias de la computación. Véase: Cormen H., Thomas [et.al] (2009). Introduction to Algorithms. Cambridge: Massachusetts Institute of Technology, 3ª.

(2) Para más información sobre  Gervás, WASP, SPAR y el grupo de procesamiento del Lenguaje Natural de la Universidad Complutense de Madrid, consúltese el sitio web: http://nil.fdi.ucm.es/.

(3) El libro puede ser consultado en: http://nil.fdi.ucm.es/sites/default/files/Poemas%20a%20maquina.pdf

(4) Véase: Ford, Martin (2016). El auge de los robots. La tecnología y la amenaza de un de un futuro sin empleo. Barcelona: Paidós.

(5) Véase: Ford, Martin (2016). El auge de los robots. La tecnología y la amenaza de un de un futuro sin empleo. Barcelona: Paidós.

(6) Hoy día existe Melomics Records, véase: http://www.melomicsrecords.com/index.php?page=iamus-2

(7) Nota: una conceptualización operativa de poesía, solo para los efectos de este artículo.- La mayor parte del tiempo-espacio en que nos toca respirar, vivimos prisioneros de la realidad configurada epistemológicamente a partir de la distinción sujeto/objeto del conocimiento.  Aún cuando hay múltiples matices y perspectivas, al final del día, la asunción que los objetos se reflejan en nuestra conciencia, es la premisa de todas las teorías materialistas del conocimiento, así como la premisa de toda escuela idealista, es que la realidad la construye el sujeto. Pero más allá de esas concepciones filosóficas, sucede que, en la experiencia del sujeto, a veces, por mor de procedimientos o situaciones cuyo elementos constitutivos nos resultan imposibles  de reordenar o repetir, se quiebra el espejo y se supera -repito, en la experiencia- la distinción sujeto/objeto.  Algo pasa que nos conecta con otra forma de percepción que, ciertamente, nos comunica  un conocimiento donde el sujeto y el objeto; el acá, el allá y el más allá; el adentro y el afuera, desparecen. Y en el desaparecer de esas coordenadas que llamamos realidad (del latín res,  cosa), surgen otras que nos transmiten el sentimiento de lo infinito que es, por su propia naturaleza y definición, una experiencia intransmisible e incomunicable.  A esa experiencia la llamamos poesía: a la percepción del vértigo de lo infinito. La poesía se nos revela así como una ontología de lo misterioso. La poesía es un estado del  Ser ( del alma o del espíritu si se prefiere entenderlo así) más allá del sujeto y del objeto. Es una especie de conexión con el continuo fluir del universo no traducible al lenguaje, por mucho que sea la casa del Ser (Heidegger). Porque quizás el Ser desaparece en el estado poético, difuminándose en el infinito, no siendo necesario por tanto el lenguaje, como fenómeno típico del Homo sapiens.

Acerca del autor

Acerca del autor

Marcos López Oneto – Santiago, Chile – 1964 – Co-fundador el grupo de Experimentación Poética Lilith. Ha publicado Contrahabla (Ediciones del Realismo Simbólico, 1989), En estos ojos vacíos (Editorial Documentas, 1991),  Metálogos (Bellavistinos Editores Unidos, 1999) y TzimTzum (Ril Editores, 2018). Abogado, Doctor en Derecho, Profesor Universitario. Actualmente reside en Washington D.C., USA.